En la mente de nuestros lectores aún estarán las tristes imágenes del fallecimiento por muerte súbita de deportistas como Antonio Puerta o Dani Jarque, por citar a dos futbolistas conocidos. Pero, ¿por qué sucede eso?
Este tipo de muerte súbita es un episodio en el cual la persona afectada pierde el pulso, la respiración, la conciencia de forma brusca e inesperada en menos de una hora desde que se producen los primeros síntomas, como mareos, palpitaciones o desmayos, por citar tres ejemplo, eso no significa que si algún día se sienten estos síntomas sea sinónimo de estar a punto de morir, como es evidente.
Las causas por lo que ocurre son indefinidas, pero los científicos están de acuerdo en que el primer factor de riesgo es el genético, más concretamente algún tipo de patología cardiovascular, y que hasta el momento de la muerte no había sido descubierta en el cuerpo del deportista.
De forma aproximada, fallecen por este suceso alrededor de entre 15 y 20 deportistas al año, por lo que se podría afirmar que por cada 200.000 deportistas apenas uno muere de esta forma, así que la posibilidad es muy escasa.
Para intentar evitar padecer esto los médicos recomiendan pasar un control de revisión periódico a todos aquellos deportistas habituales.
Que quede claro que el deporte en ningún caso es malo (excepto que así lo comunique nuestro médico), y que si no tenemos ninguno de los factores de riesgo (especialmente genéticos u otros problemas cardiovasculares), es muy improbable que padezcamos uno de estos episodios, y por eso no nos debemos obsesionar con ello.
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